A diferencia de otros en la industria, no tienen palabras elegantes para esconderse. La historia de Aventon es simple: menos hablar, más hacer. Y su misión siempre ha sido obstinada: calidad superior, atención al detalle y fabricación práctica. Creen que «si pones amor y lo construyes, los fans vendrán». Su historia se refleja mejor en el hombre que construyó la marca: JW quien, sin perder el ritmo, pasó de graduarse de la universidad a enamorarse de la bicicleta. Así que en 2013 se propuso crear un cuadro de piñón fijo de nivel de entrada que sentía que faltaba en las calles. A través de baches en el camino, prueba y error, y determinación, nació Aventon. Ha sido un largo camino el que han recorrido. Los golpes y rasguños los han convertido en lo que son, pero la innovación y la creación los impulsarán hacia adelante. Empuja.

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